Trinidad, trinidad, trinidad

Era sábado, bastante tarde por la noche: «Tenía muchas cosas en la cabeza, así que me era imposible dormir. En ese momento, vino una palabra a mi mente: Trinidad, trinidad, trinidad. Tomé un marcador y escribí Trinidad en una camiseta. Al día siguiente, vestido con su camiseta «casera», Élie fue a misa. Al llegar, la reacción de sus amigos fue inmediata: «Qué chula tu camiseta, ¡quizás deberíamos crear una marca de ropa cristiana! » 

De tres jóvenes en 2017, Trinité se ha convertido progresivamente en un grupo de amigos de unos treinta jóvenes de entre 14 y 32 años. ¿Su misión? Compartir la Buena Nueva a través de la ropa, mediante la distribución de Biblias y, hoy en día, principalmente a través de la alabanza: «Trinité son jóvenes que han encontrado a Cristo y lo han encontrado con tanta fuerza que solo quieren compartirlo con los que les rodean».
 

La fe, un tesoro que hay que aprovechar

Este amor por Cristo y por la evangelización, Élie lo ha heredado en primer lugar de sus padres. Convertidos dos años antes de casarse, los padres de Élie, Nathanaël y Noé-Marie muestran a sus hijos una fe viva. Aunque sigue el camino de la fe que le abrieron sus padres, Élie recuerda: «Mis padres realmente me mostraron la fe como un tesoro que hay que aprovechar, un camino vivo que yo debía elegir».

Así, a los siete años, Élie decide confiar en Dios. A esa edad, tiene dificultades en la escuela debido a su dislexia y tiene que repetir un curso. Es difícil para el niño, pero es entonces cuando recibe una promesa del Señor en su corazón: «Pase lo que pase, siempre estaré contigo, no te abandonaré, te quiero». Élie da testimonio: «Sentí que tenía un padre en Dios y que nunca estaría solo».

 

Un camino personal con Jesús

A los 16 años, Élie se confirma en la Iglesia católica junto con su hermano Nathanaël. Poco después, el Espíritu Santo se manifiesta y empuja a los dos hermanos a compartir su fe. Entonces crean un grupo de jóvenes en su instituto para responder a este llamado del corazón a la evangelización.

Al mismo tiempo, Élie crece en su camino personal con Cristo. Comparte la fuerza de su comunión con Jesús durante la Eucaristía: «El Señor es tan humilde que se hace pan y vino para permanecer físicamente en mí. Esto me conmueve profundamente. Para mí es la fuente y la cumbre de mi vida cristiana». 

Al terminar el instituto, Élie se matriculó en una licenciatura en comercio y emprendimiento. Tras diversas misiones evangelizadoras a través de su asociación Trinité, Élie se toma dos años para dedicarse a Dios. En 2021, ingresa en Jeunesse Lumière, una escuela de oración y evangelización en Francia. Realiza su segundo año de misión en la isla Mauricio, con la escuela católica Stand Up Aventure, para servir a los jóvenes de esta región y darles a conocer a Cristo.

 

La misión cotidiana

A su regreso en 2023, Élie ya no se veía pasando su vida sentado detrás de un escritorio. Tras reflexionar, siguió su pasión por la madera y decidió retomar sus estudios de carpintero-carpintero: «He seguido este camino para hacer algo que realmente me gusta, que me hace bien en mi cuerpo, en mi ser, y además, ¡es el oficio de Cristo!». Como la misión comienza para Élie en la vida cotidiana, no duda en dar testimonio de su fe en su trabajo: «En realidad, es algo que surge de forma bastante natural, simplemente siendo yo mismo, sin tener miedo de contar lo que hago los fines de semana, de decir quién soy y de atreverme a tomar posición».

Élie es muy consciente de la necesidad de «llenar su copa interior» para dar testimonio en su vida cotidiana. Por eso alimenta su fe con la meditación de la Biblia, la oración personal y, por supuesto, la misa, cuando su trabajo se lo permite.

Aurore Girardet
June 2025
 

Trinité Clothes  

 

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